Tu revista de arquitectura en Internet - N°3 Marzo 2007
linea negra horizontal 662 px por 2 px
linea oliva horizontal 500 px por 3 px
linea oliva horizontal 93 px por 3 px
linea oliva vertical 2 px por 102 px
Retrato de Mathias Klotz

Entrevista con el chileno Mathias Klotz. Su visión sobre el formalismo, la sustentabilidad y el rol actual del arquitecto.

El chileno Mathias Klotz es uno de los exponentes más prometedores de la arquitectura joven latinoamericana. Una sólida formación profesional, una larga carrera docente y una mirada racional y creativa a la vez son algunas de las virtudes de este arquitecto de apenas 41 años.

En tu última charla me pareció que el tema de las casas te gusta especialmente.

Me gustan las casas, pero no es el tema que elegiría. Generalmente a uno le encargan lo que ya ha hecho. Es un círculo vicioso del que cuesta salir.

¿Qué te gustaría hacer?

Edificios de servicios. Me gustan porque son más abstractos. El cliente no es una única personalidad y entonces el proyecto te demanda ser más universal y, a la vez, más abstracto. Además, la cantidad de trabajo es el mismo que para una casa y te pagan mucho más. O sea: tiene múltiples ventajas.

¿Que el cliente no sea una "única personalidad" permite que el proyecto sea más tuyo?

Uno puede caer en la tentación de hacer un proyecto muy personal. Pero creo que lo lindo es que debes ser mucho más neutral. En una casa se puede "volar" tan lejos como las obsesiones del cliente lo permitan. Hay muchísima más materia para lo subjetivo. Sobre todo cuando haces casas de fin de semana o una segunda casa, porque tienen algo de excentricidad. Como un auto deportivo o un vestido para el fin de semana. En esos casos, los clientes están con una postura de menor "seriedad" y las obras resultan más lúdicas. En cambio, por más que no haya un cliente a quien responderle directamente, cuando diseñas un edificio tienes que ser más neutral para que el resultado sea universal.

Facultad de Economía Santiago de Chile

¿A qué te aferras para diseñar esos edificios?

De la potencia del programa, de las cosas que impactan por volumen, y de la materia. Proyectar una casa es muy común, muy ordinario, en el sentido de que es un programa repetitivo. Muchas veces, los edificios de servicios tienen cosas extraordinarias.

¿Qué cosas no le perdonarías a un proyecto?

Que no tenga una relación armónica con el entorno, que no resuelva de manera eficiente el programa y que no haga un uso razonable de los recursos. Cuando un tipo tiene que hacer por ejemplo, el Museo de Bilbao, y hace a un lado una especie de torre de doce pisos de altura sin nada adentro sólo para que combine con un puente urbano; la verdad, lo encuentro sospechoso.

¿No te gusta Frank Gehry?

No, ni Frank Gehry ni el "frankgehrismo".

¿Qué te gusta?

Por ejemplo, la arquitectura contemporánea española. Una arquitectura que tiene mucho carácter y sentido común. No es de vanguardia en el discurso. Porque el discurso contemporáneo busca la vanguardia por la vanguardia en sí misma. A eso lo veo carente de todo fondo. A mí me gusta una arquitectura moderna más conservadora.

¿Cómo es la arquitectura, cuando es conservadora?

Me refiero a la que busca dar una buena solución a un problema de programa. Al revés de un señor que lo único que busca es llamar la atención con un edificio, sin importarle lo que está adentro o lo que está afuera. O sea: hay arquitectura en serio y arquitectura espectáculo. Y yo, la que está hecha en serio, la considero conservadora pero en sentido positivo. Porque en un mundo como éste, en que todo es imagen y consumo, tratar de hacer las cosas de manera más prudente, a largo aliento, llamando menos la atención, es una actitud conservadora que está bien.

Todo lo que explica Klotz suena claro, didáctico. Se nota su inclinación por la docencia. Su trato es directo y sencillo a pesar de que, en pocos años, ha dejado de ser uno de los arquitectos destacados en su país para ser reconocido y admirado en lugares tan disímiles como la Argentina, Inglaterra, China o Japón. Publicaciones, obras, concursos y una intensa agenda de viajes lo convirtieron en un incipiente arquitecto global. Su método para trabajar en Pekín, Beirut, Punta del Este, Villa la Angostura o Buenos Aires: asociarse con estudios del mismo tamaño que el suyo que compartan la misma filosofía.

¿Cómo ves la posición actual del arquitecto en la sociedad?

Me parece que se fue de un extremo a otro. El arquitecto pasó de ser una especie de Mesías que podía cambiar el mundo, a ser un personaje del cual se puede prescindir absolutamente. Si uno ve el volumen de cosas que se construyen, en la mayoría de los casos no ve la presencia de un arquitecto. Quizás haya un tipo que se cuelga el título, pero que francamente no es un arquitecto, es un diletante.

Sí, es cierto que sólo algunos edificios tienen ese "soplo de vida" que da la arquitectura. Ahora, ¿de dónde sale esa vitalidad? ¿Qué es lo que hace que una obra que cumple con el programa y que está hecha seriamente sea o no arquitectura?

Interior de casa diseñada por Mathias Klotz

Es una buena pregunta, y bien difícil de contestar, porque hay una distancia que va entre cumplir meramente el programa, las pautas de construcción y sustentabilidad, y la arquitectura en mayúsculas. Es algo más, un plus, un valor agregado que tiene que ver con la expresión final de todo eso, con la luz, con la espacialidad. Una cosa que tiene que ver más con lo perceptivo y con una vivencia antes que con el "checklist". Objetivamente, hay arquitectura que te conmueve. Y eso le pasa a todo el mundo, porque a la gente no le interesa un pepino la arquitectura, pero de vez en cuando entra a un lugar que lo deslumbra. Ahí hay arquitectura.

Pero eso es como en el ballet, donde la gente aplaude las cualidades circenses del bailarín antes que otras más difíciles de percibir. Digo: mucha gente entra a San Pedro en Roma y se conmueve sólo por su tamaño.

Bueno, hay niveles de sensibilidad que se van implementando con el tiempo. Pero yo lo he visto en cosas que son mucho más sencillas que San Pedro y conmueven. En Santiago, la iglesia del Convento de los Benedictinos es de fines de los 60 y no conozco a nadie que no haya sido tocado por la espacialidad y la luz de ese lugar. Ese es el tipo de magia que los alumnos de cualquier lugar están buscando aprender.

En muchos edificios, la sustentabilidad parece sustituir a la arquitectura ¿No te parece que hay mucho verso?

Edificio de oficinas con fachada de cristal

Me parece que la mejor sustentabilidad pasa por evitar que los edificios se conviertan en un alarido de la moda de los últimos quince minutos. Por otro lado, puede haber mucho verso, pero también hay mucho derroche. Se construyen edificios de oficina forrados en vidrio con la más absoluta desidia. Y el problema no es que sea uno, son todos. No es que sean grandes arquitectos; no, lo hace cualquiera. Son cientos de edificios anónimos dilapidando recursos. Es escandalosa esa falta de conciencia general. Con el petróleo a setenta dólares el barril eso va a cambiar. Porque, al final, las cosas toman peso cuando duelen en el bolsillo.

Cuando veo tus obras me parece que te vales de lo constructivo para potenciar lo compositivo.

A ver, como para ejemplificarlo mejor: a la arquitectura de placas de yeso la encuentro repugnante. Hace poco estuve viendo La Ciudad de la Cultura, un proyecto que está haciendo Peter Eisenman en Santiago de Compostela, España. Es un conjunto de pliegues topográficos que en el fondo sólo son columnas y losas tradicionales y el resto es todo placas de yeso. Me enferma esa escenografía. Lo que trato de hacer yo es pensar los proyectos a través de su construcción. No es que los piense primero y después resuelva cómo construirlos o elija el material. Todo va de la mano. La materia con la que trabajo para proyectar es también el sistema constructivo y la estructura.

Sin embargo, no son pocos los que aseguran que la arquitectura está cada vez más cerca del diseño industrial. Así, las obras podrían tener las cualidades de una tostadora o un automóvil: exhibir sus formas pero no la manera en que están construidas.

Bueno, a eso no le encuentro nada intrínsecamente bueno ni malo. Afortunadamente, después del postmodernismo, hay muchas arquitecturas. Cosa que antes no era así, había una arquitectura oficial y el resto no existía.

(Pulse en las imágenes para verlas en una nueva ventana emergente)

Free Web Hosting